Paso por Mérida. Foto de la organización |
Tras mucho reflexionar, se iba acercando la fecha y no acababa de concretar los aspectos logísticos de viaje y pernoctas. Una vez en Hinojal las cosas ya estaban muy cercanas y había que ir decidiendo las cosas que tenía que resolver ineludiblemente. Con Rubén de Badajoz y Nacho de Segovia tenía más o menos arreglados algunos flecos combinando la colaboración de sus dos respectivos equipos de apoyo. Tere también se ofreció a llevarme a Baños donde yo podría dormir en el polideportivo municipal o en algún alojamiento comercial de los que abundan. Finalmente José y su hijo Victor se ofrecieron a acompañarme y la cosa quedó así: Alquilé una furgoneta Camper en Cáceres (ver el enlace, merece la pena) y José y yo nos fuimos a dormir el viernes a Baños. Por la mañana José me asistiría en los dos primeros avituallamientos y recogería a Victor para que hiciera el resto conduciendo mientras él aprovechaba para meterse la paliza del siglo en btt por la misma ruta que nosotros.
Salida de Hinojal |
Antes de la salida en Baños. 04:55 |
Como me suele gustar, salí de los primeros y enfilamos la bajada hasta Aldeanueva por la N630 que a esas horas era toda nuestra. Poco a poco empezó a pasarme gente, más gente... Las gravel volaban para abajo y antes del Roma ya iba solo y apenas veía los focos y pilotos rojos en el horizonte. En la rotonda de Aldeanueva dejamos la carretera y tomamos una pista de servicio. Ya iba totalmente solo y creyendo ser el último. Sin embargo en cuanto comenzamos la vía verde a Plasencia vi por detrás algunas luces que me tranquilizaron. Porque la vía estaba en muchos tramos cerrada como la jungla del Serengeti; la vegetación cubría casi el suelo dejando un pequeño sendero visible mientras por arriba se tocaban las de la margen derecha con la izquierda formando un fantasmagórico túnel. Pedalaba con la fé de haber pasado el año anterior por allí y rezando para que no hubiera algún pedrusco o rodera. En varios tramos además se habían formado charcos y resultaba bastante incómodo mantener una velocidad constante.
Vía Verde Aldeanueva-Casas del monte. 05:40. Foto Antoñete |
Cáparra. Foto Antoñete |
Perdí al grupo de Antoñete y sus silbidos pero conocía el terreno y me administré bien hasta llegar a José que estaba junto al primer avituallamiento en los alrededores de Riolobos. Hinché la rueda, quité el arnés reflectante y mantuve chaleco, buff y perneras. Aún no eran las 9:00 y hacia fresco. Comí y bebí algo y proseguí hacia Cañaveral por terreno conocido; es de agradecer porque seguía solo y así fue hasta poco antes de Grimaldo donde alcancé a unos pocos y les fui guiando en los obstáculos. A esa hora ya nos cruzábamos peregrinos que suben a Santiago. Por la dehesa de Grimaldo adelanté a uno en gravel que se había caído y le dolía el hombro y se iba a bajar en Cañaveral. Fui otro rato con otro de gravel pero se quedó justo en el club del puerto de los Castaños ( jajaja...)
En la ermita de San Cristóbal estaba el segundo avituallamiento y también José. Quité perneras, rellené bidones de hidratos y sales y él marchó a por Victor y su bicicleta mientras yo retomaba el recorrido nuevamente con Antoñete y su grupo que me hicieron alguna foto que muestro y agradezco. Fui ilustrándoles detalles de la zona pero para arriba me llevaban tenso y tenía que regularme mucho. Para abajo en cambio iba muy bien y nos manteníamos juntos.
Rodando hacia el Tajo. Foto Antoñete |
Ya en el comienzo de la zona de piedras cerca de la última cancela junto a lo que fue la obra del Ave se quedaron por un pinchazo y seguí otra vez solo por el tramo más cañero (donde volví a sonreír pensando en las gravel...) hasta las inmediaciones del cruce de Hinojal donde se me unió José. Eran las 11:04 y llevaba ya 104 km. El camino natural del Tajo que se encara tras cruzar el Almonte y abandonar la N630 se me hizo duro (que lo es) y tuve que conformarme con ver a un José fresco y pletórico que disfrutaba llevándome arrastras, jajaja... Las cancelas de Berrueto me las sirvió en bandeja y llegamos a Casar de Cáceres por la interminable pista botona y molesta (nuevo recuerdo a las gravel...). La subida al avituallamiento de la Sierrilla en Cáceres (km 132) se me hizo muy dura con sus rampas de más del 10% y piedra suelta. Pero la conocía y me regulé para no echar pie a tierra.
Final de la Sierrilla. Foto Víctor |
Interminable Sierrilla. foto Víctor |
El terreno una vez superado el alto del cruce de las Herrerías baja con rapidez hasta Aljucén por pistas muy favorables y aire que comenzaba a subir de intensidad pero siempre lateral. Bonitas dehesas y buena marcha nos dieron un respiro. Hasta el embalse de Proserpina llegamos por una carretera vieja y descarnada que se nos hizo algo larga por no conocer muy bien la zona. El calor ya era más que notable (por encima de 36 grados) aunque mientras íbamos en marcha no molestó en absoluto. Una vez allí decidí renovar todo el equipamiento, camiseta, maillot corto, culotte y calcetines, abandonando la camelbak que ya era un poco incordio. Comer, firmar en el registro de ruta (en Cáceres se me olvidó) y José quedó con Víctor con 100 km encima que para él ha sido todo un récord en esa bicicleta btt. Se hizo notar su ausencia porque ya no volví a coincidir con nadie.
Paso por Mérida. Foto organización |
Llanos de tierra de Barros. Foto organización |
Llegando a Villafranca de los Barros. Foto organización |
distancia: 257,44 km
desnivel acumulado: 2.439 m+
tiempo total: 14 h 55 m
tiempo de pedaleo: 13 h 32 m
velocidad media en movimiento: 19 km / hora
rango de temperaturas: 7 - 38ºc
potencia media / máxima: 172 / 574 w
cadencia media pedaleo: 80 / minuto
pedaladas totales: 52. 286
calorías totales quemadas: 8. 183 kc